domingo, 25 de diciembre de 2011

Suertudo

El tapón de un tanque de acetileno dejado en el interior de este Toyota FJ Cruiser se aflojo antes de estacionarlo.
 
Durante la noche, los vapores llenaron el vehículo.
 
Cuando el conductor entró al vehículo a la mañana sintió un olor particular, y condujo unos metros hacia atrás con la puerta abierta para ventilarlo.
 
Sin embargo, en el momento que apretó el interruptor para bajar la ventanilla del acompañante, la camioneta exploto.
 
Milagrosamente, el conductor escapó con solamente una perdida de audición el oído derecho y un rasguño en la cabeza.
 
Mucho cuidado entonces al guardar combustibles y químicos en el interior de la camioneta.

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